El PALACIO
DE GÓMEZ DE LA TORRE
(1791),
JUAN DE ITURBURU, Viuda de Epalza, nº 1), y
no nos consta que estuviese dotado de jardín.
Es
el único palacio que queda del “Plan Loredo”.
Ya que el Palacio de Quintana y Salazar
en la plaza del gas ya no existe, como el
de Victoria de Lecea en Atxuri. En el solar que ocupan ahora las torres,
inicio de Zabalbide.
Este
edificio inicia la expansión de Bilbao y anticipa el gusto neoclásico en el
uniforme de su fachada.
A
destacar su escudo de armas de la familia Gómez de la Torre-Mazarredo, es lo
único que queda ya que su interior fue derribado para hacer pisos en el 2003.
Se pensó que fuera la sede de los arquitectos pero no se llevó a cabo.
Los
edificios más emblemáticos, palacios y caserones, utilizan sillería de buena
calidad para aparejar sus fachadas, aunque a veces existe una jerarquización de
la principal respecto del resto, en donde reservan la sillería para el piso bajo,
y algunos elementos que se pretende resaltar: cornisas, impostas, mensulones,
etc. Es habitual que estas viviendas se separen entre sí por cadenetas de
sillería, y que el piso bajo, se defina de los superiores por medio de un
gruesa moldura, toda vez que las demás alturas se definen por impostas lisas o
molduradas.
Suelen
rematar en bellas y originales cornisas. Por el contrario, la mayor parte de
las casas aparejan el piso bajo en sillería, mientras que para el resto
utilizan mampuesto enlucido. Careciendo por regla general de elementos definitorios
entre los pisos.
Esta
masiva apertura de vanos se traduce al interior de los pisos en amplias
estancias bien iluminadas y ventiladas. Estas habitaciones, las principales, se
complementan con otras oscuras o ciegas, ubicadas en la parte zaguera de las
viviendas, generalmente se trata de la cocina y
los servicios, que se separan de las zagueras de las casas paralelas a través
de un estrecho y oscuro hueco.
Algunos
de los balcones se han cerrado con modernos miradores.

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